En la mente y corazón de todos

La vida es finita. Como están las cosas una persona no sabe si llegará a su casa. Esto es trágico, ya que causa problemas psicológicos en cada ser humano. A la misma vez causa una reacción en cadena. Si las personas tienen miedo de salir de sus casas se ven afectados desde restaurantes, hospitales, cines, parques, teatros, hoteles, centros comerciales, etc. En fin, son tantos los perjudicados que debemos encontrar una solución rápida ante la debacle moral de los puertorriqueños, de la humanidad.

Es inaceptable que en estos tiempos haya discriminaciones de cualquier tipo. Todos tenemos que comer, hacer necesidades fisiológicas, tenemos el mismo color y estructura básica en la sangre (glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas) y todos podemos razonar. Pero eso no es lo que enseñan. Les enseñan a ser los mejores no importando los demás, adquieren avaricia por los bienes materiales y tener lo mejor. Y para ser lógicamente honestos, no todos podemos tener lo mejor. El sistema actual necesita pobres como empleomanía. Lo más importante que se debe enseñar a los niños son valores. Ética y moral. Antes de presionarlos con exámenes. Los niños son niños, y es la etapa perfecta para que absorban la mejor información posible para que sean el futuro necesario para nuestra sociedad.

Lamentablemente la mayoría de las soluciones para nuestros problemas en estos tiempos son extremadamente radicales. Ya somos tantos que no tenemos espacio. Esto no significa que dentro de cada núcleo familiar se pueda intentar hacer el cambio. A veces, es mejor aprovechar el momento para decir lo que sentimos que esperar y guardarnos nuestros sentimientos. Ya sean buenos, malos o neutrales. Hay que expresarlos. No se sabe en qué momento una palabra de afecto ayude a un ser querido o amigo.

Dentro de nosotros está la respuesta. Sin distinción de razas, orientaciones sexuales o religiones. Trata a las personas como tú quieres que te traten a ti y aportarás tu parte en el cambio.

-ttc94